Menú para semana santa

 Menú para Semana Santa: una mirada con indiferencia para el que duerme en la calle 

Más de 10.000 personas viven en las calles de nuestro país, y ellos son quienes solitariamente, pasarán estas fechas tan importantes para los cristianos, los que no comen carne para “mostrar respeto”.


    Foto: El País

Y llegó esa época del año: empezaron las compras de huevitos de chocolate (esos que tienen más sellos que cacao),  los precios del pescado aumentaron, y el Ministerio de Obras Públicas junto con Carabineros de Chile, crearon el plan de contingencia para este fin de semana.


En estas fechas los cristianos se reúnen con sus familiares a compartir una copita de vino. Los que no son creyentes, simplemente aprovechan el pequeño tiempo libre, y, sin duda, los que más disfrutan son los niños buscando los huevitos por la casa, para después competir para ver quién tiene más.


Pero hay algunos que no tienen esa fortuna para estos “días de unión y celebración”, ellos son las personas en situación de calle, quienes están en el helado pavimento mirando desde abajo al que pasa…


Sentados sobre sus cartones, algunos creyentes piden limosna para comprar alguna comida distinta para conmemorar la crucifixión de Jesús, mientras que los que no creen, siguen pidiendo como habitualmente lo hacen.


Uno de los lugares en Santiago que tiene a personas en situación de calle viviendo en sus afuera es la Posta Central ubicada en la calle Portugal. Por sus alrededores uno puede ver: colchones en el suelo, mantas sucias, carritos de supermercado con uno que otro cachivache, etc. 


En la primera esquina que está afuera de la posta, hay un colchón con una manta verde desteñida que lo cumple que lo cubre por completo. Sentado encima de este, se ve a un hombre con la mirada fija y triste, él es Antonio, una de las tantas personas que duerme por ahí. El hombre no recuerda su edad exacta, pero asegura que tiene más de 50 años.


Al momento de conversar con él, sobre su larga, blanca, y despeinada cabellera, tenía un gorro de lana color azul, y en su mano derecha, un cigarrillo de la marca Pall Mall. El melancólico hombre dijo que toda su vida ha vivido la calle, que no conoce nada distinto a eso.


Las fechas importantes para él no existen, ya que nunca ha sido religioso. Asimismo, mencionó que no tenía idea de los abusos cometidos por parte la Iglesia Católica. “A nosotros los de la calle no nos interesan esas cosas. La fe es algo que la mayoría de los que vivimos así, no tenemos, y si es que alguna vez la tuvimos, se extinguió como todos nuestros sueños”, aclaró.


Antonio sí reconoció que en varias oportunidades gente de algunas organizaciones les han llevado comida y  bebestibles, en épocas importantes como Navidad y Año Nuevo.


Cuando finalizó su cigarro dijo que hay personas que los miran en menos, con cara de desprecio, pero hay otras que les dan un pedacito de pan o les convidan un poco de agua, y destaca que fechas la gente se pone un poco más caritativa con ellos.


“La gente dice que es buena, pero solo para estas fechas se acercan… Nunca nadie ha venido para hablar realmente con nosotros... Sí, nos traen  comida para Semana Santa, pero el resto del año ni nos miran porque para ellos nosotros no somos nada”, mencionó.


Por Valentina Lopresti Vera


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