Desconfianza y fake news: dos ejes que afectan al “cuarto poder”

 

Desconfianza y fake news: dos ejes que afectan al “cuarto poder”


            


“La prensa miente” o “apaga la tele” dicen muchas personas que constantemente están demostrando su descontento con los medios de comunicación. En relación con esto, Martin Baron, exdirector de The Washington Post, considera que “mucha gente no necesariamente desea informarse”, y en eso, tiene razón.

Una interesante entrevista tuvo el influyente periodista junto a La Tercera, ya que abordaron temas que afectan al periodismo mundial. Evidentemente, Chile no es ajeno al fenómeno que afecta a la prensa, y, tal como dice Baron, esto puede deberse a que varios colegas hablan mucho, y escuchan poco. 

En primer lugar, ¿a qué se debe esto? En lo personal siento que actualmente muchos periodistas caen en el juego de buscar ser “populares”, de alejarse del oficio, y de la ética, lo que ha causado que muchas personas pierdan la confianza, ya que los medios han perdido credibilidad.

Particularmente en Chile, el estudio “Medios de Comunicación Post Crisis”, realizado por Cadem en 2020, reflejó que la televisión abierta registró una caída de 24 puntos en la confianza de la población. Mientras que un 61% de los encuestados consideró que este medio representa los intereses de la élite.

Creo que lo anterior es una alerta para quienes desarrollamos esta profesión, ya que nuestro trabajo es dar a conocer (de forma responsable) hechos a la gente, y si ellos consideran que esto no se está haciendo bien, es por la falta de transparencia que ha existido en los últimos años. Por ende, como periodistas, debemos documentar mejor nuestro trabajo.

Para Baron muchos periodistas caen en el error de no oír lo que dice la gente, o no tienen en consideración la variedad de posturas que existen. Para mí, ese es uno de los principales problemas, porque sí, cada medio tiene su propia línea editorial, pero es importante mostrar el universo de opiniones que existen, siempre y cuando estas no pasen a llevar a nadie.

He estado pensando que en 53 años pasamos de “El Mercurio miente” a “la tele miente”, algo que me parece grave, ya que esto demuestra que con el paso de los años, la gente se ha ido alejando de las plataformas de nuestro oficio. Esto puede deberse a internet, lo que por un lado, e indiscutiblemente, tiene sus ventajas…

El lado bueno de internet, y tal como lo dice el periodista, es que este medio nos ayuda a difundir nuestro trabajo, pero, por otro lado, en las redes sociales no existen muchas regulaciones. No hay filtro o investigación previa en muchas de las publicaciones que varias personas consumen a diario.

Una investigación realizada por la compañí­a de seguridad informática Kaspersky, junto a la consultora Corpa, en la campaña “Iceberg Digital”, reveló que un 70% de los chilenos no sabe detectar o no está seguro de reconocer una fake news en internet.

Respecto a lo anterior, es importante señalar que las noticias falsas no llegaron con el internet, estas existen desde hace mucho antes. Por ejemplo, en septiembre de 1976 Las últimas Noticias publicó una noticia titulada “Estrangulan a hermosa joven”, instalando una versión de “crimen pasional”, cuando realmente el cuerpo encontrado era el de la profesora Marta Ugarte, quien fue torturada...

Siento que lo grave de esto es que tras la pérdida de confianza que ha nacido en algunos ciudadanos, muchos han optado por buscar información en las plataformas digitales, lugar donde las noticias falsas abundan.

Martin Baron dice que la gente recurre a fuentes que les digan lo que quieren oír, y considero que ahí está uno de los principales ejes que afectan al periodismo actual, ya que muchas veces las personas no saben identificar cuál es una fuente de información válida. 

Pienso que muchos ciudadanos caen en la trampa de las noticias falsas porque estas los seducen al decir justamente lo que ellos quieren escuchar, por lo tanto, estas les sirven como “argumentos” para reafirmar las opiniones que tienen.

Yo comparto la opinión del exdirector de The Washington Post. Nuestro trabajo es ser transparentes, y así como debemos informar a la gente, es importante realizar esta labor de forma amplia. Nosotros debemos entregar a la opinión pública la información que necesitan, para crear sus propias opiniones.

Finalmente, se podría decir que está en nuestras manos cambiar el futuro del periodismo, y recuperar la confianza de la gente. Para esto, debemos ser rigurosos… Una de nuestras principales pegas es hacernos preguntas, y tenemos que seguir haciéndolas, porque de lo contrario, el “cuarto poder” seguirá en crisis. 

Por Valentina Lopresti Vera.






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